miércoles, 14 de diciembre de 2011

Por qué?

Hoy tengo ganas de saber el por que de tus acciones, el de tus palabras, el de tu huida y tu ausencia.

No quiero discutirte, ni siquiera quiero hablarte, sólo quiero saber: Por qué?

Quiero prestar mis oídos ante la mejor explicación que puedas dar. Sin justificaciones, porque para ésto, no las hay...

Cómo justificas el enamorar a la chica que te quiso tanto y te tuvo en lo más puro de ella misma durante años y después la dejas sin explicación, sin nada?

Cómo disculpas el haberle dicho tantas cosas tan llenas de ilusión, dejarla imaginarse contigo en un futuro y después le rompes el corazón?

Cómo la haces sentir mejor si la subiste al nivel del cielo, para verla caer mejor?

Tantas veces que te dijo de su dolor de corazón, tantas veces que te miró con esos ojos llenos de temor, temor a que te fueras, a que la dejaras, a que desaparecieras... Y tu, tu le hiciste su miedo realidad, el único que te contó, el único que te compartió, se lo cumpliste, tal cual y como ella te lo
mencionó...

Que triste fue el final, pero que decepción tan grande la hiciste pasar...

Me siento...

Me siento capaz de escribir la mejor historia de hadas jamás contada.

Me siento capaz de llorar por días, aterrada...

Me siento capaz de levantarme y reírme ante una caída desde el cielo...

Pero me siento incapaz de rendirme ante el amor, ante la fe, ante mi.

martes, 13 de diciembre de 2011

De pronto...

Eras aquel al que consideré la mejor historia de amor puro que podía contarle a mis hijos, a mis nietos...

Eras la ilusión más grande que se me dio, que sobrevivió a años, a tristezas, a distancias e indiferencias...

Y de pronto, te volviste un cobarde, un mentiroso, un cualquiera para mi.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Ojalá. Ojalá...

Ojalá mis inseguridades se lo coman,
que lo devoren completo...
Que mis momentos de catársis,
le revienten el corazón.

Qué llegue a su casa, que vea una libélula,
cualquier pretexto de mi recuerdo,
que cada vez que le traicionen, recuerde,
que destruyó al único corazón que se pensó para él.

Que vea tantos ojos, tantos como pueda,
que los vea vacíos, que los vea sin mi miel, sin mi verde...
y no como a este par de ojos que se sentían brillar
sólo por reflejar la luz que tenían de frente al verle.

Qué sea él el que se arrepienta, el que me busque,
el que le pida a la vida que nos vuelva a encontrar,
al que le toque la estocada final... la muerte de todo esto,
que todo eso lo viva él sólo...

Qué sea él el que no pueda estar sin recordar donde me vió,
cómo me vió, cómo me tocó y cómo me sintió...
Que escuche mi risa al llegar a su casa vacía, sin mi,
sin el cariño mío que lo llenaba todo sin él saberlo.

Ahora sabría que todo estaba lleno de mi, que me dejó ir,
porque ahora, como siempre, sólo sentirá la ausencia de todo,
de mi, de mi risa, de mis ojos, de mi voz, de mi piel...
De mi vida que le ofreció la posibilidad de darle más vida al mundo.

Ojalá me hubiese visto llorar,
ojalá viera lo decepcionante que fue,
lo que fue conocerlo, lo que fue descubrir quién era él.
Ya él me lo había dicho: "Tu no me conoces..."

Qué se le llene la casa de recuerdos, de oscuridad...
de voces que no lo dejen dormir, que su auto desprenda mi olor...
Que sus manos le suden en ansias por tocarme,
por quererme cerca, por querer mi cintura...

Qué se le devuelva toda la fé perdida en sus años de vida,
y que la invierta en esperar y pedir que regrese a él,
que sepa lo que es vivir y morir cada día esperando,
viendo mi nombre y ver que no le hablará...

Será muy triste...

Será muy triste cuando te des cuenta de esto...
Porque yo me declaro muerta para ti desde ya...
y en un futuro, peor será... tu serás olvidado de mi.
Es que así es la vida... Así soy yo y así mereces tu.

De alguna manera me estaba preparando para esto, 
mi corazón, mi mente o no sé, me lo decían...
Sólo que la duda que me queda es:
¿Por qué me pasa esto a mi...? Una trás otra...

No soy mala... ¿O sí?. Yo creo que no,
yo creo que todo en la vida nos toca por algo,
porque nos merecemos o nos toca vivir eso...
pero en esta ocasión, siento no merecerlo.

Al final me estaba dando cuenta que no eres real,
empezaba a darme cuenta que no eres lo que creí,
lo qué pensé... lo que sentí... lo qué toqué...
Los silencios nos terminaron comiendo...
siempre supe que así sería...

Ojalá...

Ojalá que un día te coman tus inseguridades,
que no dejen nada de ti...
que dejen menos de lo que hay...

Porque hay cosas que no se hacen...
No enamoras a la única chica que te quiso
sin reglas, sin tiempos,
para después dejarla...

No destruyes a esa persona,
a la que te quiso sin condiciones,
a la que dejó tu pasado atrás...

Tu mataste todo lo mío para ti,
todo lo que yo sentía,
estoy sin palabras para ti,
sin actos, sin fé, sin nada.

Qué triste es la decepción...
Y doy gracias por quedarme tranquila,
dí lo que quise, lo que pude...
Dios, ahora me quedé sin nada pendiente.

Algún día...

No lo borraré de ningún lado, nada de eso, ese no es mi problema ya, es que si desde hace unos días ya no me nacía hablarle, mucho menos ahora.

Pero a todos nos llega un día donde nos damos cuenta del mal que le ociasionamos a alguién y queremos disculparnos, ya a estas alturas, la disculpa va por nosotros mismos, ya que la otra parte nos tiene olvidados y entonces es por el remordimiento, que siempre, algún día llega.

Así que aquí está la diferencia entre él y yo: El día en que él regrese, yo le prestaré mis oídos, mi atención... Sin problemas lo escucharé, todo lo que tenga que decir y será así, porque ese día, él me dará igual... Ese día él ya estará más que perdonado.

Y es porque yo no soy como él... Ya ni siquiera quiero saber que pasó... mis noches se volvieron tranquilas...