He llegado a un punto muy complicado en donde toda yo por dentro estoy revuelta... tengo trozos extraviados, rotos, rayados, viejos, nuevos, útiles y otros inservibles ya... Tengo a la mente y al corazón peleados... encerrados en cuartos distintos, pero no dejan de gritarse aún así...
Mi corazón es sacrificado, le vale madres que es lo que fue de mi, está convencido de que podemos hacer una mejor persona... una mejor yo, aunque no está muy atento a los costos y gastos que eso genera, obvio... él no piensa.
Mi mente me dice que yo respire y al corazón que no deje de latir. Le explica de mil formas diferentes que esto que está pasando es algo bueno, que saldremos adelante, sólo que no se desespere, porque no tenemos las energías para estar derramando cada vez que él se deprime...
Y entonces, de pronto... hubo un silencio corto, pero profundo y el corazón grito fuerte y tajantemente hacía la razón:
"Tú te quedaste soltera, yo no...".
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